Toda intimidad necesita un lugar. Cada cual elige un pequeño espacio a su hogar donde hacer la vida al máximo. También material para construir y donde construir. Apenas serán aquellos rincones que elegimos, los que nos hablan de como relacionarnos con el resto, con nosotros y con la vida. Es cuando aprendemos a habitar el hogar, cuando verdaderamente aprendemos a habitar nuestra intimidad.

Los espacios de cada casa se encuentran entre nosotros. Como nosotros nos encontramos en ellos. Todo eso que va a suceder y que sucederá cada dia dentro de una casa marca irremediablemente nuestro comportamiento fuera de ella. Porque el hogar es nuestro rincoón del mundo. Es nuestro primer universo. Como si pareciera el mapa de nuestro ser íntimo. Es realmente un cosmos.