El centro de la falla lo corona Neptuno, el nuevo alcalde de la ciudad, a quien las sirenas harían de séquito oficial.

Las nuevas mascotas.

Los ciudadanos pasean sus nuevas mascotas, que han dejado de ser perros y gatos, y ahora son tiburones, peces y otras especies marinas y sus caquitas flotan en las aguas.

"Las mascotas no son perros, ni tampoco gatos, ahora son peces que a sus amos son clavados".

"Si quieres un amigo cómprate una mascota, aunque por pasear un bonito tiburón todos te digan por la calle que eres un idiota".

Los artistas modernos aún no son aceptados.

Los artistas falleros, después de 5000 años, aún no son fruta de la devoción de los presidentes y son expulsados de sus casales falleros cuando exponen sus proyectos.

"El presidente de falla sigue tratando la novedad con un poquito de intolerancia y agresividad".

"Para plantar falla en la sección especial tendrás que seguir unos mandamientos, si no, te será impuesta la pena capital".

Las fallas continúan ancladas en el siglo XVIII.

Las fallas, no habrían evolucionado y se seguirían plantando monumentos inspirados en estéticas y costumbres del siglo dieciocho.

En esta ciudad bajo el mar, también se ha plantado una falla, muy recargada y tradicional, con las siguientes escenas:

Los elementos típicos y tópicos de las fallas son siempre recurrentes, y en esta fallas tenemos un ejemplo:

El idioma castellano no lo habla ni el gato, el turismo de playa todo lo invade, la España que recuerdo ya no existe, habla soñador un Quijote admirado.

"Los maestros hacen oraciones encomendándose al éxito eterno, dicen no a hacer más innovaciones no sea que acaben en el infierno".